Más específicamente en el Centro, algunas casas antiguas, de las que me gustan a mí (aclaro que no son la norma).
Algunas, más de las que quisiera, no están muy bien conservadas y son utilizadas para instalar comercios bastante feos.
Esta casa por ejemplo, está declarada de valor patrimonial. A pesar de ello, está en peligro de ser demolida para, en su lugar, construir una torre de 30 pisos. Hay gente luchando para que esto no suceda, pero todo indica que si el propietario no desiste, ya no la veremos más. (Más información aquí)
Hay una parte del Centro que está compuesta por grandes peatonales, durante la semana la gente circula por ellas como hormiguitas, a veces impresiona un poco. Hay muchas tiendas y cafés, cada tanto destaca algún edificio antiguo, como este que ahora ocupa el Cuerpo de Bomberos.
Otra de la características del Centro de Santiago es el sistema de pasajes peatonales y galerías que interconectan diferentes calles, es posible hacer un recorrido considerable sin utilizar la vereda. En mi caso reconozco no tener la habilidad para hacer eso sin perderme, soy bastante desorientada y muchas de estas galerías se dividen y van a parar a distintas calles. De todas formas me divierte pasear por ellas sin rumbo descubriendo tiendas y locales curiosos. En la foto, una de las que me gustó más.
Frente al Palacio de la Moneda cruzando la calle Alameda hay una plaza donde comienza un amplio paseo peatonal rodeado de árboles, el Paseo Bulnes. Este bello paseo está adornado por varias fuentes y termina en el Parque Almagro.
En el Centro hay mucho más, esta es una pequeña muestras, lugares por donde deambulé esta vez…
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